Ha llegado el momento de tener esa conversación. Si, esa que venías evitando hace más de 2 meses y está a punto de explotar en una reunión de equipo. O esa que te hace evitar a tu compi de trabajo para no ponerte como un tomate ante su mirada. Vamos a hablar de emociones. Las emociones nos suceden. Somos seres emocionales. Aunque intentemos creer que no, entran en nuestra práctica profesional y de hecho nos influencian mucho a la hora de tomar decisiones.
Gestionar las emociones en el entorno laboral es algo delicado y hay que darle la importancia que se merece.
El proceso para reconociliarse con las emociones consiste en 3 pasos:
Aprender a reconocer la emoción cuando viene.
Registrarlas y observarlas en el día a día.
Darle lo que necesita.